¿Qué tienen en común los emprendedores más exitosos del mundo? ¿Qué los diferencia de los demás? ¿Qué los impulsa a crear negocios innovadores y disruptivos? Una posible respuesta es la voluntad de correr riesgos.
La voluntad de correr riesgos es la disposición a asumir desafíos, oportunidades y situaciones que implican incertidumbre, dificultad o posibilidad de fracaso. Es una actitud que se basa en la confianza, la curiosidad y la pasión por lo que se hace.
Los emprendedores que tienen una alta voluntad de correr riesgos no se conforman con lo establecido, sino que buscan constantemente nuevas formas de mejorar, crecer y generar valor. No temen al fracaso, sino que lo ven como una oportunidad de aprendizaje y mejora. No se dejan intimidar por su competencia, sino que la utilizan como un estímulo para innovar y diferenciarse.
La voluntad de correr riesgos no significa ser imprudente o irresponsable. Al contrario, implica tener una visión clara de los objetivos, los recursos y los escenarios posibles. Implica analizar los pros y los contras de cada decisión y estar preparado para afrontar las consecuencias. Implica también saber cuándo arriesgar y cuándo no, y ser capaz de adaptarse a los cambios y a las circunstancias.
La voluntad de correr riesgos es una habilidad que se puede desarrollar y potenciar. Algunas formas de hacerlo son:
- Salir de la zona de confort: probar cosas nuevas, explorar nuevos campos, aprender nuevas habilidades, viajar a nuevos lugares, conocer nuevas personas.
- Aceptar el fracaso: verlo como una parte inevitable del proceso de emprendimiento, aprender de los errores, no rendirse ante las dificultades, buscar el feedback constructivo.
- Buscar el reto: establecer metas ambiciosas pero realistas, buscar oportunidades que impliquen un desafío, competir con uno mismo y con los demás.
- Ser creativo: buscar soluciones originales y diferentes a los problemas, generar ideas fuera de lo común, combinar elementos de distintas disciplinas o sectores.
- Ser optimista: tener una actitud positiva ante la vida, confiar en las propias capacidades y en las posibilidades de éxito, celebrar los logros y reconocer los avances.
La voluntad de correr riesgos es la clave para el éxito empresarial. Los emprendedores que la poseen tienen más probabilidades de crear negocios rentables, sostenibles y con impacto social. Por eso, es importante fomentarla desde la educación, la cultura y el entorno. Así podremos impulsar el desarrollo económico de nuestro país.
¿Y tú? ¿Tienes voluntad de correr riesgos?